Pinocchio fue el cuento de mi infancia. Uno de los bonitos recuerdos que tengo de entonces. Era el que siempre cogía de la estantería del aula, el que me pedía la religiosa que dejase allí de nuevo para que otros niños lo pudiesen leer, y yo se lo daba, pero en cuanto podía me acercaba a recuperarlo, a apoderarme de ese pequeño tesoro. Sentía que tenía que estar junto a él. No lo podía evitar. Siempre he sido fiel a mis afectos hasta las últimas consecuencias.
Entonces ya había algo dentro de mi que clamaba por buscar su lugar, el amor que todos anhelamos. Algo que consciente o inconscientemente pedimos de múltiples maneras. La historia de una marioneta de madera con forma de niño que implora ser real para poder ser amado como cualquier otro niño. ¡Cuánto nos afanamos por amor! Casi tanto o más que el respeto el amor es lo que más deseamos.
El mundo de los cuentos es bellísimo y está lleno de connotaciones y significado profundos e incluso psicoanalíticos. La importancia que tiene que nos lean cuentos en la niñez y leerlos en la edad adulta a otros niños, perpetuar la tradición oral de esa manera, es primordial. Transmitir legados, legados de conocimiento, de amor.
Creo que ahí comenzó también la ternura que me producen las ilustraciones de los libros de cuentos. Me parecen obras de arte de una delicadeza extraordinaria. Y también a partir de ahí fue cuando comencé con el dibujo y la pintura y me encantaba ilustrar cuentos que escribía y que después encuadernaba yo misma usando mi imaginación.
Uno de mis sueños sería poder coleccionar libros, sobre todo primeras ediciones y también libros de cuentos dependiendo de la belleza de sus ilustraciones.
Quisiera mencionar, con respeto y admiración, a Iker Jiménez por primera vez en estas líneas y recomendar su programa nº 455 de Cuarto Milenio en el que habla del maravilloso mundo de los cuentos mágicos. Todo en ese programa evoca el ensueño de un cuento y explica de manera ejemplar lo que envuelve ese mundo creativo tan desconocido.
La magia de los cuentos es de los pocos refugios que nos salvan de este mundo. Y muchos podrán decir que eso es cosa de niños y no sabrán lo equivocados que están. ¿Acaso no creen o han creído en la magia todos los seres humanos que han cambiado la historia, que la han hecho evolucionar, con sus conocimientos, con su belleza interior?. ¿Acaso no han creído en la magia Marco Polo, Ghandi, Madame Curie, Einstein, Michel Jackson o Cervantes?. Ellos sabían lo que nunca debemos olvidar y es que hay una fuerza, un poder profundo y luminoso en nuestro interior, misterioso y cargado de sabiduría que da sentido a la vida y que es semejante a la pureza de un niño.
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Pinocchio was the story of my childhood. One of the nice memories I have of that time. He was the one who always took from the shelf the classroom, she asked the nun who leave there again for that other kids could read, and I gave it to him, but as soon as I could I approached it back, to take possession of that small treasure. I felt I had to be with him. I could not help it. I’ve always been true to my feelings until the end.
Then it was something inside me that clamored for seeking their place, the love we all crave. Something that consciously or unconsciously ask in multiple ways. The story of a wooden puppet shaped like a child who implores be real to be loved as any other child. How much WORRY love us! Almost as much or more respect than love is what we most desire.
The world of fairy tales is beautiful. And the importance of reading stories we read in childhood and in adulthood to other children, perpetuating the oral tradition in that way, is paramount. Transmit bequests, legacies of knowledge, love.
I think there also began tenderness that I produce illustrations in storybooks. I find works of art of extraordinary delicacy. And from there it was when I started drawing and painting and I loved writing stories illustrate and then I encuadernaba same using my imagination.
One of my dreams would be to collect books, especially first editions and storybooks depending on the beauty of its illustrations.
I would mention with respect and admiration, Iker Jimenez for the first time in these lines and recommend their program n ° 455 Fourth Millennium in which he speaks of the wonderful world of magical tales. Everything in that program evokes the dream of a story and explains in an exemplary manner that surrounds the creative world so unknown.
The magic of the stories is of the few shelters that save us from this world. And many will say that is child and not know how wrong they are. They do not believe or have believed in magic all human beings who have changed history, that have evolved, with their knowledge, their inner beauty ?. They have not believed in the magic Marco Polo, Ghandi, Madame Curie, Einstein, Michael Jackson or Cervantes ?. They knew what we should never forget is that there is a force, a deep power and light within, mysterious and full of wisdom that gives meaning to life and that is similar to the purity of a child.
Illustrations
Illustrator Gustaf Tenggren (1896-1970) for Disney
Illustrator Begoña Fernández Corbalán
Illustrator Val Munteanu (1927-1996)
Illustrator Emanuele Luzzatti (Genova, 3 June 1921- Genova 26 January 2007)
Illustrator Carlo Chiostri (1863-1939)
Illustrator Gustaf Tenggren (1896-1970) for Disney
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